La pastoral profética o catequética tiene como misión proclamar a Jesucristo vivo, promoviendo un encuentro personal y transformador con Él. Mediante la evangelización, no solo se comparte la Palabra de Dios, sino que los catequistas, como verdaderos discípulos de Cristo, se convierten en instrumentos de su amor.

Su testimonio de fe y compromiso inspira a los niños, jóvenes y adultos a profundizar en su relación con Jesús mediante la preparación para recibir sus sacramentos. Este proceso busca despertar una auténtica conversión en los corazones de los catequizandos, guiándolos por un camino integral de fe donde el conocimiento, vivencia, anuncio, testimonio y celebración de Jesucristo se entrelazan, formando así una vida cristiana auténtica y comprometida.

Al experimentar su amor incondicional, cada persona se convierte en un nuevo discípulo llamado a proclamar a Jesucristo. Por tanto, la pastoral profética no sólo fortalece la comunidad cristiana, sino que, también está destinada a acompañar a todos en la vivencia del Evangelio y en ser testigos del amor de Dios en el mundo, reflejando su gloria en cada acción que realicen.